Tigres de Papel • En palacio van despacio • Francisco Javier Mares
Al gobierno de León se le indigesta (hasta) modificar su reglamento de tránsito.
El síndico Arturo Sánchez Castellanos atina: “Se hace necesaria la intervención de la autoridad para regular el incremento exponencial en el tránsito de los motociclistas en la ciudad, ya que actualmente vivimos prácticamente una anarquía…”
Hm. Sí. El fenómeno de las motocicletas en las ciudades crece sin orden ni concierto. Peor si se consideran las que circulan ‘sin papeles’, robadas o como herramienta criminal. La delincuencia organizada provee armas y salarios, y engrosa su tropa en los barrios y las rancherías con agentes para el ‘halconeo’, el narcomenudeo y las ejecuciones en dos ruedas. Los sicarios corren libres.
Ante semejante espectro, el jueves 13 de junio, en el adiós al alcalde interino Jorge Jiménez Lona, asomó a la mesa del Ayuntamiento una medida harto severa: sin excepción, los motociclistas van al carril de baja, y nada de andar por ahí con luces estroboscópicas…
Con una lógica que se antojaría irrebatible, el síndico Castellanos observa que si los motociclistas constantemente son arrollados, caen o chocan, al circular exclusivamente por el carril derecho las lesiones resultantes de un percance serían menores –“es por su bien’, diría alguna tía.
Habló también de prohibir las luces estroboscópicas en las motocicletas, por estimar que impiden la correcta visibilidad de los automovilistas y viandantes –pasó por alto que eso ya es sancionado.
Reducir la accidentalidad, sí, pero también ofrecer condiciones de seguridad (a los automovilistas) ante los delincuentes en motocicleta, esgrimió luego la fracción PAN en comisiones, para su moción de reforma al Reglamento de Seguridad Pública y Vialidad del Municipio de León.
Tras el ruido de fondo que trajo su iniciativa, el primer síndico pidió al equipo de la alcaldesa Gutiérrez difundir algunas precisiones.
En León, el padrón de motocicletas en los últimos 10 años pasó de 45 mil a 137 mil, un aumento del 300%. Los autos, ‘sólo’ 34%. Los accidentes de motociclistas en la ciudad, enero a mayo, de 2023 a 2024, pasaron de 242 a 347, un 43% más. El 85%, choques contra automóviles. El saldo, 680 lesionados y 19 fallecimientos.
El reglamento de marras sugiere que los motociclistas circulen “preferentemente” por la derecha y nunca de forma paralela con otros vehículos en el mismo carril. Nadie, por supuesto, hace caso al ‘preferentemente’ –“Las motocicletas circulan por donde quieren, entre automóviles, en todos los carriles, hasta en las ciclovías e incluso en las banquetas”; una lata.
Si esta disposición es discriminatoria los límites de velocidad lo serían también, ataja el promovente –Ah, y que a quienes menos afecta esta reforma es a los grupos de motociclistas, “que regularmente utilizan las motocicletas de manera recreativa, en paseos en carreteras o en caminos de terracería…”
¿Quedó claro?
Más que coches
Sábado 22 de junio. León. Dos "motosicarios" irrumpieron en una casa de la colonia Valle de San Bernardo y asesinaron a un hombre a balazos.
Lunes 24 de junio. Celaya. Fue entonces que se acercaron dos hombres a bordo de una motocicleta y le dispararon a corta distancia –la víctima mortal, un abogado.
Martes 25 de junio. San Francisco del Rincón. Ejecutan a una pareja motociclista en el bulevar Aquiles Serdán; dos desconocidos, también en motocicleta, les alcanzaron y dispararon.
En su introducción, el “Reporte (Algotive) 2023: Actividad delictiva en motocicletas y su impacto en la inseguridad en México” establece que los actos delictivos a bordo de motocicletas son el problema de más urgente atención en materia de seguridad pública en México. Cada vez más, la población se moviliza en motocicletas para realizar sus actividades diarias, así como los delincuentes para realizar ilícitos. El diseño, la velocidad y la falta de regulación en su uso las han vuelto el medio de transporte predilecto por la delincuencia.
Enseguida, en “La correlación entre el uso de motocicletas y la delincuencia”, agrega que un estudio comparativo, 2022, ha comprobado que el robo de motocicletas es solo un delito de entrada a otros como los homicidios, el robo de autopartes, a negocio con violencia y a transeúnte en la vía pública (Guanajuato no entregó datos, claro). En la Ciudad de México, por ejemplo, al menos el 20% de los hechos delictivos con arma de fuego son realizados en motocicletas y se prevé que esta cifra incremente hasta 50% en los próximos años, según la fiscalía y la secretaría de Seguridad de la urbe.
Pero acá la cosa es vial. Que los coches tengan su espacio y los motociclistas no se caigan, pues. El jueves de esta semana, en la sesión de Ayuntamiento del regreso de la alcaldesa Gutiérrez, superada la pasarela electoral que Morena dispuso para su reelección, ya no hubo referencia alguna al punto –El síndico, Sánchez Castellanos, en ‘posicionamiento’, se ocupó en defender, casi angustiado, el acceso a los oros del FIDESSEG.
Los clubes de motociclistas, denuncian discriminación al restringirlos al carril derecho. Es más, que no se les tomó en cuenta y esa medida los pondría en riesgo –circularían apiñados con sus pares, vehículos pesados, el transporte público –de paradas continuas-, bicicletas, peatones atrevidos en los cruces, y cientos de vehículos estacionados en bulevares como el Hermanos Aldama o San Pedro o Villa o…, de donde no hay quién los quite-. Organizan simulacros y amagan, como hace años, con movilizaciones de protesta, y advierten que irán las mesas de discusión.
Del escándalo de los ‘motorratones’ en el trienio de la primera alcaldesa de León, la entonces priista María Bárbara Botello Santibáñez (2012/2015), al turno primero de doña Alejandra Gutiérrez Campos, han pasado más de diez años. El sicariato en motocicleta llegó casi a la par. Ésta es hora en que no saben siquiera qué poner en el reglamento de tránsito. Y así querían que la segunda alcaldesa pudiera construir en tres años un hospital de mascotas o frenar la violencia criminal. Pues, no, óigame.
A La Jaula
Fin de Fiesta
Vaya cierre de sexenio el que se dispensa el góber Diego Rodríguez. Concluyó el festival de las campañas. Quedan para el archivo de los asuntos importantes las acusaciones de políticos ligados al crimen organizado. Del asesinato de Gisela Gaytán a los ‘ocho candidatos triunfadores’. Son nota las designaciones de los panistas: Eduardo López, recién su presidente estatal, ahora consejero del Poder Judicial, y del ex PRODHEG Vicente Esqueda como magistrado del contencioso. Por supuesto, sigue la fiesta de la pensión de privilegio al fiscal Carlos Zamarripa, el cargo a su señora esposa y la designación de una contable incondicional que, a su ida, cuide sus espaldas. Y como ‘cerrojazo’, el ‘exhorto’ del Congreso del Estado a que acabe con el ‘Fideicomiso de Administración e Inversión para financiar obras, infraestructura, proyectos y acciones prioritarias en materia de Desarrollo Social y Seguridad Pública’, el rico FIDESSEG. A nadie gustó. Protesta la oposición, que sospecha una jugarreta ‘rosa’. Las asociaciones civiles de buena fe, que serán pocas pero las hay. Los morenos, que exigen se persiga el saqueo cometido. Bueno, protestan hasta los empresarios y los acaudalados que, sin pudor, metieron mano a esa bolsa de dinero público, con unos pesitos privados. Consentidotes hasta en la pandemia, carajo. “Aquí enseña la conseja «Cría cuervos…»”
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