domingo. 08.06.2025
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Parentalidad • Mitos sobre la crianza • Gaudencio Rodríguez

“…en nuestra cultura continúan vigentes costumbres, ideas y prácticas que contribuyen a la perpetuación de los malos tratos a la infancia…”

Parentalidad • Mitos sobre la crianza • Gaudencio Rodríguez

En las primeras líneas del libro de mi autoría Cero golpes. 100 ideas para la erradicación del maltrato infantil(de venta en Amazon), constato que en nuestra cultura continúan vigentes costumbres, ideas y prácticas que contribuyen a la perpetuación de los malos tratos a la infancia. Por ejemplo, una creencia con mucho arraigo es que el castigo físico es necesario para la educación de las hijas e hijos. 

Siendo esto un serio problema, “porque unos padres que inician la crianza con dicha idea, además de darle vigencia, se verán tentados a utilizarla de manera indiscriminada y, entonces, lo único que harán será pensar ―si es que lo piensan― en el tipo e intensidad del golpe que utilizarán la próxima ocasión, iniciando así una lamentable escalada de violencia que en ocasiones sólo cesa cuando el hijo crece y adquiere la fuerza física y emocional suficiente para oponerse a ella”. 

Son muchas las creencias y mitos aún vigentes que urge erradicar. Con esa intención, en una de mis colaboraciones para UNICEF construimos un documento de preguntas y respuestas, con un apartado de mitos y realidades. Tomando en cuenta dicho documento, comparto algunos de ellos.

Mito: “con las niñas y niños más vale una nalgada a tiempo”.

Realidad: La responsabilidad de cuidado de niños y niñas debe basarse en preservar sus derechos y respetar sus necesidades. La nalgada no responde a una necesidad de ellas y ellos, sino que es producto de la frustración de los adultos al tratar de detener una conducta. No es una manera adecuada de resolver conflictos pues quebranta su dignidad. No hay nalgadas a tiempo. Todas llegan a destiempo.

Mito: “la letra con sangre entra”.

Realidad: la letra entra con el respeto, amabilidad y calidez que el profesorado prodiga al alumnado. Entra con el ambiente de paz, seguridad y confianza que el docente construye en el aula, condición necesaria para que se activen los circuitos del cerebro que facilitan el aprendizaje. Es en entornos de seguridad y confianza donde se despliega la capacidad de exploración y adquisición de conocimiento.

Mito: “una cosa es golpear a las niñas y niños al extremo y sin sentido y otra darles un golpe como correctivo para que vean que sus malas acciones tienen consecuencias negativas”.

Realidad: golpear al extremo y sin sentido o castigar con un solo golpe son la misma cosa: violación a los derechos de las y niños y, en consecuencia, un acto arbitrario e ilegal. Si las acciones de la niña o del niño son “malas”, las consecuencias negativas llegarán por sí solas, derivadas de la conducta. Al adulto le corresponderá ayudarle a identificar y reflexionar dichas consecuencias, ayudarle a reparar el daño provocado (si lo hubo) y facilitar la generación de aprendizajes significativos.

Mito: “es imposible educar sin recurrir al castigo físico, aunque sea alguna vez en la vida”.

Realidadsí es posible educar sin necesidad de recurrir al castigo corporal. De acuerdo con el estudio de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la infancia, entre 2% y 20% de las niñas y niños en el mundo nunca han recibido castigos físicos. Es una cifra baja, pero evidencia que sí es posible criar sin golpes.

Mito: “en ocasiones son necesarias medidas disciplinarias extremas, por ejemplo, castigo físico, sobre todo cuando se trata de comportamientos en extremo inadecuados y perjudiciales de la niña, niño o adolescente. De lo contrario, ¿cómo se darán cuenta de que sus malas acciones y decisiones tienen consecuencias?”

Realidad: el diccionario nos dice que disciplinar significa enseñar al discípulo. Y los golpes y métodos atemorizantes o humillantes no enseñan nada, sólo inhiben comportamientos con base en el miedo y de manera temporal. 

Mito: “educar es simple. Basta con ejercer mano dura”.

Realidad: educar es un proceso complejo, prolongado y por momentos agotador que requiere habilidades y oportunidades suficientes del entorno. La crianza requiere de una mano respetuosa, amable y amorosa al mismo tiempo que firme (no violenta), segura y confiable; “mano firme de algodón”, como dice la filóloga y escritora española Irene Vallejo.

Repensemos la crianza. Analicemos las prácticas disciplinarias. Cambiemos nuestra manera de mirar a las niñas, niños y adolescentes. Respetemos su dignidad y sus derechos humanos para potenciar su sano desarrollo.






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Gaudencio Rodríguez Juárez. Esposo, papá, psicólogo clínico, psicoterapeuta, conferencista internacional, consultor para UNICEF (2019-2021) en crianza positiva y buenos tratos y para muchas otras instituciones públicas y privadas, autor del libro Cero golpes. 100 ideas para la erradicación del maltrato infantil (4a. edición, 2023) (de venta en Amazon), columnista e invitado frecuente en medios de comunicación.