Jaime Panqueva
07:02
29/07/17

Fox en Venezuela

“¿Qué hace Fox en Venezuela si su gran enemigo se supone que estaba allende el Bravo? No está de más preguntar también quién paga el viaje, ¿el centro Fox? ¿La CIA? ¿Martita? ¿La SRE?”

Fox en Venezuela

El título de esta columna suena a ópera si recordamos que existe una compuesta por John Adams llamada Nixon en China. Pero, al contrario de la norteamericana, la mexicana se parece más a una farsa. Muchos nos preguntamos ¿Qué hace Fox en Venezuela si su gran enemigo se supone que estaba allende el Bravo? No está de más preguntar también quién paga el viaje, ¿el centro Fox? ¿La CIA? ¿Martita? ¿La SRE?

Extraña fascinación la que ejerce esta tragedia humanitaria, que hasta los cadáveres políticos buscan sacar ventaja. Nunca pensé ver algún día a mi otrora vecino país en la profunda crisis que se encuentra. O tal vez sí. Cuando era niño, por ahí de principio de los años ochenta, visité por primera vez Venezuela. Viajamos con mis padres y hermanas a Cúcuta, ciudad colindante con la frontera. Entonces era muy fácil cruzar la línea sin necesidad de pasaporte y hacer compras en los extraordinariamente surtidos comercios de San Antonio del Táchira. Recuerdo que para comprar un bolívar debíamos pagar algo así como 15 pesos colombianos. Y valía la pena, porque mientras en nuestro país las importaciones eran muy restringidas por el modelo económico, del otro lado los anaqueles estaban atiborrados de productos norteamericanos a muy buenos precios. Entonces se me hacía agua la boca frente a los escaparates de las jugueterías, mientras mis padres compraban jabones, enlatados, y productos que procurábamos esconder en la cajuela del coche porque podían ser decomisados por la aduana colombiana en el paso fronterizo.

Tras la apertura económica, que en Colombia se dio más o menos por los mismos años del TLC en México, las cosas habían cambiado. Mi última visita fue el año 96 cuando era presidente Rafael Caldera. A pesar de la violencia y de los problemas locales de seguridad, nuestro peso cotizaba a menos de mitad que la década anterior, como unos 7 por bolívar, y así se mantuvo hasta el ascenso de Chávez al poder donde empezó el declive más pronunciado.

Ahora, en pleno Madurismo, y en medio de la cada vez más ardua situación de abastecimiento que vive Venezuela, el flujo de compradores cambió: ahora los venezolanos ahorran para poder conseguir los productos más básicos y cruzan la frontera, con poco beneplácito de su gobierno, para poder surtirse en Colombia. Aquellos que dudan del poder de la ficción, un buen ejemplo: hoy en día el gobierno de Maduro tasa su Bolívar Fuerte en unos 210 pesos colombianos; sin embargo, en las calles de Cúcuta se cambia esa misma moneda por 35 centavos de peso, o menos (el tipo de cambio hace unas semanas, cuando escribí parte de este texto, reciclado para otra publicación, era de 65 centavos de peso colombiano por bolívar) (Sí, lo lamento, está leyendo un texto reciclado...)

Hace unos días, en una columna de Andrés Oppenheimer, leí que el FMI prevé que la inflación de este año en Venezuela ronde el 700% y la caída del PIB sea del 12%. ¿A qué fue Fox? ¿A salvar a Venezuela? Recuerdo que no nos salvó del PRI en su sexenio, cuando además vino la debacle de la diplomacia mexicana, otrora muy respetada en el contexto latinoamericano. ¿Podrá Fox ahora contra la maquinaria Narco-Castro-Chavista? No lo creo. Pero seguro estará advirtiéndonos diariamente de los graves peligros de convertirnos en otra Venezuela si pensamos siquiera en votar por una opción de izquierda. ¿Le volverán a decir “cállate chachalaca”? Seguramente. No soy el único que recicla.

Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]