Jaime Panqueva
10:25
15/05/21

Opinión • Desencanto • Jaime Panqueva

“…a esto nos acostumbraron: la creatividad sólo detona al momento de repartir tarjetas, con saldo o sin él…”
Opinión • Desencanto • Jaime Panqueva

Gran negocio debe ser en Celaya e Irapuato ostentar la presidencia municipal; a pesar de figurar primera y quinta como las ciudades más violentas del mundo en el ranking del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal CCSPSP, por la cantidad de homicidios con relación al número de habitantes, hay once aspirantes para gobernarlas por la vía democrática en las próximas elecciones del 6 de junio.

Con tantas opciones en Irapuato, pensé que debía ponerme más atento para conocer a los candidatos, consciente de que encontraría de chile, de dulce y de manteca. Aunque mantengo la sensación de que no habrá sorpresas en esta elección, donde al partido gobernante le conviene que el voto opositor esté lo más disperso posible para que la maquinaria pueda hacer su trabajo con más facilidad.

Como las opciones son en apariencia tan abundantes, y en atención al dicho que reza que en la variedad está el placer, intenté hacer mi tarea cívica, así que me sometí a dos de los debates que se organizaron. El primero, del 2 de mayo, realizado por el medio privado de internet NPI Noticias, reunió a todos los aspirantes que tuvieron el valor de asistir. En él tocaron temas esenciales para esta ciudad que encabeza rankings mundiales, como la seguridad y el gasto público. El debate, bien organizado y gestionado, puede verse en su totalidad a través de su plataforma de Facebook: @npinoticias

Con muchos más recursos y el aval del IEEG, el pasado jueves pude ver también un debate muy acotado en los temas, ceñidos básicamente a educación y salud, pero quizá interesante como ejercicio informativo que valdría la pena analizar por parte de los comunicólogos, incluso en contraste con el debate de NPI, pues se detectan cambios muy claros en las actitudes y presentación de los participantes, quienes tuvieron que adaptar su discurso a los pocos minutos disponibles. Y es que eso de dar cabida a todos puede sonar muy democrático, pero es absurdo si en verdad quieres discutir.

Ante el abanico de opciones, uno se pregunta si en realidad se debatió o sólo se tuvo la oportunidad de conocer los rostros, la capacidad de hablar ante la cámara y articular un discurso coherente o de leerlo con cierta corrección, lo que también brinda a los electores potenciales cierta sensación de control en su decisión.

Mi conclusión: el abanico es amplio pero no puedo decir que contenga mucha calidad, y eso que vuelve a incluir opciones ciudadanas con posibilidades de madurar. Ya se habían lanzado en la elección anterior con Richo Castro, que esta vez repite con el PES. Ahora viene Víctor Saavedra, quien no sé si continúe en la liza después de esta elección, pues sus posibilidades de ganar son ínfimas. 

No hay sorpresas en estos debates y creo que sirven más para que terminen de diluirse figuras como Pepe Aguirre de Morena, falto de ideas y discurso claros, que quedan en evidencia ante las cámaras; o para que empiecen a destacar más en la política local Lupita Pérez del PRD o Francisco Martínez de Movimiento Ciudadano, quienes supieron hacer la tarea básica.

Fastidia que la misma lucha amnésica entre PRIAN y sus aliados vs. Morena se desparrame en el nivel local, cuando el desastre en seguridad del estado y sus municipios, así como sus logros macroeconómicos son muy fácilmente endilgables a un solo partido, que sólo se vanagloria de sus éxitos, pero es incapaz de reconocer sus graves culpas y enmendarlas.

Como es costumbre en las campañas, hablar de educación equivale a dar becas, de salud a construir hospitales, y apenas en una ocasión se mencionó de dónde saldrían los recursos. Por supuesto, nadie habló de las extorsiones, ni de los cárteles de cuatro letras. Pero a esto nos tienen bien acostumbrados: la creatividad sólo detona al momento de repartir tarjetas, con saldo o sin él.

Tras el ejercicio y una reflexión no muy larga, creo haber definido mi voto para presidente municipal. Me falta hacer el correspondiente a los demás cargos a elegirse para la elección federal y de congreso estatal. La verdad, tampoco hay mucho para ver, pero eso sí está más fácil, porque son menos las opciones. ¿Será que es un negocio menos rentable? Y en el peor de los casos, también se vale anular la boleta. 😉

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