54 MUJERES, LA SERIE [XXI]
54 Mujeres • Happy birthday, Cher • José Luis Justes Amador
José Luis Justes Amador
They say we’re young and we don't know / We won't find out until we grow
(“I got you, babe”, Sonny and Cher)
Querida Cherylin:
Antes que nada, quiero felicitarte por esos setenta y cinco años tan bien llevados. Aunque por la fama o por la representación mediática que tienen, una carrera larga en lo artístico suele ser lo más extraño del mundo. Los artistas, actores, músicos o escritores, tienden a secarse demasiado pronto y, además, el embudo y mantenerse siempre creativo es difícil. Lo tuyo es un ejemplo para todos.
¿Cómo se puede durar, con unos cuantos paréntesis, tanto tiempo haciendo tantas cosas interesantes? ¿Alguna vez se te pasó por la cabeza que alguien te estaría escribiendo una carta como ésta cuando entraste, acompañada por Sonny Bono, al estudio de Phil Spector? Aquel día una de las coristas de las Ronettes no había acudido, algo que odiaba el productor, porque eso significaba retraso en su ajustadísimo plan de trabajo, y te pidió que la sustituyeras. En “Be my baby” se te puede escuchar por primera vez en disco.
¿Sabías lo grande que ibas a ser, mientras esperabas que despegara el grupo que ibas a montar con tu pareja artística y sentimental Sonny Bono, cuando te comenzaron a invitar a registrar las voces de coros de otras muchas producciones, como ese delicioso “You’ve lost that lovin’ felling” de los Righteous Brothers? ¿Recuerdas cuando empezaron con ese horrible nombre de Ceasar y Cleo, con el que grabaron cuatro canciones que a pesar de lo encantadoras no prometían mucho?
¿Recuerdas cómo desde siempre mantuviste tu independencia grabando tus discos, discos con tu nombre, aunque producidos y asesorados por Sonny, mientras grababan algunos de los momentos musicales históricos de los sesenta como dúo? ¿Recuerdas, sin embargo, aquella primera canción tuya que sólo salió como single y que ahora es inencontrable, incluso en tus recopilaciones más completas? ¿A quién se le ocurre grabar algo de una letra tan tonta y con una música tan poco original como la de “Ringo, I love you”? ¿Alguien de los que la escuchó entonces habría sido capaz de imaginar que serías la “diosa del pop” unos años más tarde? ¿Sabes que años después, en un homenaje inesperado, la volvería a grabar un grupo llamado Stereo Total?
¿Sabías cuando grabaste “I got you, babe”, aquel primerizo tema, porque fue una de las primeras apariciones sonoras de Sonny & Cher, que sonaría en mil y una películas y en mil y una recopilaciones de los mejores éxitos de la década? ¿Sabías que lo mismo ocurriría con uno de tus primeros éxitos en solitario, “Bang Bang (my baby shot me down)”, que se encontraba en un disco titulado, supongo que por si acaso, “The Sonny Side of Chér”, que también sonaría en películas y recopilaciones? Lee Hazelwood y Nacy Sinatra habían encontrado competencia. Supongo que lo pensaste. Una pareja creativa con un escritor y arreglista y una voz femenina con personalidad que convertía en arte cualquier canción, por mala o ñoña que pudiera parecer sobre el papel.
¿Sabías, supongo que sí, que cuando visitaron, como grupo, Inglaterra por primera vez y fueron saludados por la realeza del pop y el rock de las islas, la prensa musical les dedicó un elogio que los colocaba más allá del bien y del mal: “No son ni rockers ni mods”? ¿Sabías que, lamentablemente, mucha gente ha olvidado que grabaste muchas canciones de Dylan adaptándolas a tu personalidad y haciéndolo tan bien que incluso los Byrds, sí, los que superaron al propio Dylan cuando cantaban sus canciones, tuvieron que relanzar su single de “All I really want to do” utilizando su cara B, porque sabían que no podrían lograr que su versión fuese mejor que la tuya?
¿Sabías que, también lamentablemente, mucha gente se ha olvidado de uno de los mejores discos de tu discografía, “3614 Jackson Highway”, en el que atrevías a rehacer canciones de gente tan diversa como Buffalo Springfield o Aretha Franklin, con los mejores músicos de estudio que pudiste encontrar en 1969? ¿Recuerdas que fue en aquella época cuando a Sonny Bono le entró el ataque de celos creativo por haber logrado un disco valioso sin contar para nada con su ayuda?
¿Sabías que tu época de altibajos durante los setenta y parte de los ochenta se pone ahora como ejemplo en esos horribles cursos de mejora personal, juntando tu nombre con horribles palabras como “resiliencia” y “reinventarse”? ¿Sabías que poca gente lo considera como debe ser, un conjunto de fracasos, aunque llamar fracasos a discos en que no hay ni una sola canción mala es exagerado, resultado de seguir probando y probando hasta dar con una obra artística no sólo valiosa sino realmente grande?
¿Cómo encontraste esa maravilla de canción “Believe”, que además te convirtió en un ídolo gay y modelo de drag queens a la altura de Barbra Streisand, Judy Garland o Dolly Parton? ¿Sabías que ya has pasado a la historia por haber sido la primera persona que utilizó en un disco el efecto de autotune, del que ahora —gracias al reaggeton– no podemos librarnos en cuanto ponemos un pie en la calle? ¿Sabías que a mucha gente se le olvida que en realidad fue un error de estudio que acabó funcionando perfectamente?
¿Sabías que mucha de la gente que comenzó a descubrirte en los ochenta y en los noventa, pensaba que eras una señora de edad madura que intentaba comenzar su carrera aprovechando del tirón de la música disco (¡llegó a producirte incluso Giorgio Moroder!)? ¿Sabías, y con esto termino, que incluso unos modelos de canciones perfectamente pop, y casi intocables, como son las de ABBA, han encontrado en tu voz, en tu último trabajo, “Dancing Queen”, una segunda vida y una segunda voz que las lleva a otro terreno, ese terreno al que siempre se le conocerá como el terreno Cher, la diosa del pop?
¿Sabías que, sobre todo, nos has enseñado que se puede ser joven a los setenta y cinco años? Felicidades y, sobre todo, gracias.
PD: Me gustaría haberte hablado de tu carrera cinematográfica y de cómo tu modelo a seguir ha sido siempre Audrey Hepburn, pero mi editor me ha dicho que si te escribía más de mil palabras no las leerías.