León, Gto. Este jueves la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) interpretó en el Teatro del Bicentenario dos obras del clasicismo: la Sinfonía El milagro de Haydn y el Requiem de Mozart.

La primera parte de la noche se compuso por la Sinfonía no. 96, mejor conocida por El milagro, del compositor austriaco Joseph Haydn, y forma parte de las doce Sinfonías londinenses compuestas entre 1791 y 1795, durante los viajes del compositor a la capital inglesa.

La pieza se compone de cuatro movimientos: Adagio, 3/4 — Allegro, ¾, Andante, 6/8 en sol mayor, Menuetto: Allegretto, 3/4 y Finale: Vivace, 2/4. Fue escrita para dos flautas, dos oboes, dos fagotes, dos trompas, dos trompetas, timbales y cuerdas.

Para la segunda parte, con un auditorio lleno, el Coro del Teatro del Bicentenario se incorporó al escenario para interpretar una obra que ha tenido una existencia rodeada de misterio y controversia: La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, es una obra del célebre Wolfgang Amadeus Mozart, realizada en su lecho de muerte, y no concluida por un atormentado músico austriaco.

Obra compuesta de ocho movimientos, tres escritos por Mozart hasta los primeros ocho compases de la secuencia Lacrimosa. Los siguientes cinco movimientos fueron completados por Süssmayr, discípulo de Mozart, con bosquejos, indicaciones y compases de los primeros movimientos.

El director invitado Mester, en muestra de su talento, dirigió a la orquesta y a los solistas: Matcela Chacón, soprano, Melissa Reuter, mezzosoprano, Orlando Pineda, tenor, José Luis Reynoso, bajo cantante.Después del movimiento final, Comunión (Lux aeterna), y después de una pausa para digerir lo escuchado, el público llenó el aire de bravos, y con una ovación despidió a la Jorge Mester y al director del Coro del Teatro del Bicentenario, Jaime Castro.