martes. 03.06.2025
El Tiempo
Es lo Cotidiano

Champions 2025 (V): La final

"Se jugó el partido definitivo del torneo de clubes más importante del mundo"

Paris Saint-Germain
Paris Saint-Germain
Champions 2025 (V): La final

Se jugó el partido definitivo del torneo de clubes más importante del mundo. Una final inédita que parecía más equilibrada de lo que terminó siendo y que se definió con un marcador que tampoco se había presentado, así como la amplia diferencia de goles. En ciertos pasajes del juego daba la sensación de que estaban jugando dos equipos de distintas divisiones o categorías, situación que no se ve con frecuencia en una final. La Allianz Arena de Múnich fue el majestuoso escenario para entregar la famosa y codiciada Orejona.

Tras un extraño saque inicial que parecía enviar un críptico mensaje, el Paris Saint-Germain mostró claramente su postura: presión alta, posesión de la pelota y tratar de ir asfixiando al Inter de Milán, también con un esquema claro de aguante y poblar la media cancha lo más posible. Los primeros diez minutos transcurrieron justo como se esperaba, con algunos avisos del cuadro francés, hasta que en gran combinación, Vitinha filtró la pelota a Doué y éste encontró desmarcado a Hakimi para que sólo empujara la pelota para el primer gol del partido, mismo que se abstuvo de festejar por su pasado milanés. Cuando trataba de reorganizarse el cuadro italiano, vino el segundo al 20’ por conducto de Doué, ayudado por un desvío, tras recibir gran servicio de Dembélé en una descolgada que inició el ecuatoriano Pacho en su propia línea de meta. Trató de reaccionar el Inter acortando la cancha a pesar de abusar del pelotazo, mostrarse poco fluído y desconectado entre líneas: fue a través de la pelota parada como pudo generar un poco de peligro pero se veía más cercano el tercero de los parisinos.

Empezó animada la segunda parte: primero el Inter llegó a puerta y después, más cerca, el PSG por medio del incansable Kvaratskhelia. A los 54’, un muy desesperado Inzaghi mandó un par de cambios y a pesar de que su equipo se aproximaba un poco más al área enemiga, los embates se terminaban desinflando, mientras que los del rival funcionaban con mayor dosis de peligro hasta que en otra gran combinación, Doué anotó su segundo personal al 63’ para prácticamente definir el destino de la final. Por si quedaba alguna duda, el propio Kvaratskhelia metió el cuarto al 73’ en una descolgada bien culminada y Mayulu al 86’ concluyó la goleada del equipo parisino, ante un muy desconocido cuadro milanés que nunca logró conectarse al desarrollo del partido y que no consiguió entender el inteligente, eficaz y contundente planteamiento de Luis Enrique, quien festejó efusivamente su segunda copa como entrenador, mientras que el PSG se convierte en el segundo equipo francés en triunfar, después de que el Olympique de Marsella lo consiguiera en 1993, curiosamente también en Múnich aunque en el estadio Olímpico.