miércoles. 24.04.2024
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Sabotaje del Arte

Hakim Bey

Sabotaje del Arte

EL SABOTAJE DEL ARTE BUSCA ser perfectamente ejemplar y a un tiempo retener cierto elemento de opacidad −no propaganda sino choque estético− terriblemente directo pero sutilmente angulado también; acción-como-metáfora.

El Sabotaje del Arte es la cara oculta del Terrorismo Poético −creación-a-través-de-la-destrucción− pero no ha de servir a Partido alguno, ni al nihilismo, ni siquiera al arte mismo. Tal como al desterrar las ilusiones se intensifican los sentidos, así la demolición de la plaga estética dulcifica el aire del mundo del discurso, del Otro. El Sabotaje del Arte sólo sirve a la conciencia, a la atención, a la vigilia.

El SA va más allá de la paranoia, más allá de la desconstrucción −la crítica definitiva− ataque físico al arte ofensivo −jihad estética. La mínima mancha de mezquino ego/ísmo o incluso de gusto personal contamina su pureza y menoscaba su fuerza. El SA no puede nunca buscar el poder −sólo puede liberarlo.

Las obras de arte individuales (incluso las peores) son en gran medida irrelevantes −el SA busca dañar aquellas instituciones que se sirven del arte para limitar la conciencia y enriquecerse con castillos en el aire−. Este o aquél poeta o pintor no ha de ser condenado por una falta de visión −pero las ideas malignas sí que pueden ser asaltadas a través de los artefactos que generan−. El MUZAK10 está diseñado para hipnotizar y controlar −su maquinaria bien puede ser destrozada−.

Quemas públicas de libros −¿por qué han de ser fachas y funcionarios de aduanas los que monopolicen este arma?−. Novelas sobre niños poseídos por el diablo; la lista de libros más vendidos del New York Times; panfletos feministas contra la pornografía; libros de texto (especialmente Ciencias Sociales, Civismo, Salud); pilas de El Universal, La Jornada, El País y otros periódicos de supermercado; recortes seleccionados de editoriales cristianas; unas cuantas novelas rosa −atmósfera festiva, botellas de vino y flavios rolando en una clara tarde de otoño.

Tirar el dinero en La Bolsa[1] fue una forma de Terrorismo Poético bastante oportuna −pero destruir el dinero hubiera sido buen Sabotaje del Arte−. Ocupar retransmisiones de TV y difundir unos minutos pirateados de incendiario Arte Caótico constituiría una hazaña del TP; pero simplemente volar la torre de transmisiones sería un Sabotaje del Arte perfectamente adecuado. Si ciertas galerías y museos se merecen un ocasional ladrillazo en los cristales −no destrucción, sino un pescozón a la complacencia− ¿entonces qué pasa con los BANCOS? Las galerías convierten la belleza en mercancía pero los bancos transmutan la Imaginación en heces y en deuda. ¿No ganaría el mundo un grado de belleza con cada banco que se pudiera hacer temblar... o caer? ¿Pero de qué manera? El Sabotaje del Arte debería seguramente mantenerse alejado de la política (es tan indigesta...) −pero no de los bancos−.

No hagas piquetes; practica el vandalismo. No protestes; desfigura. Cuando la fealdad, el diseño pobre y el derroche estúpido te son forzados, vuélvete Ludita[2], mete el zapato en la rueda, contraataca. Destroza los símbolos del Imperio en nombre de nada sino del anhelo de gracia del corazón.

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Hakim Bey es el seudónimo de Peter Lamborn Wilson (1945). Escritor, ensayista y poeta estadounidense que se describe como “anarquista ontológico" y sufí. Hakim Bey significa "El Señor Juez" en turco. Se hizo famoso en 1990 con su obra Zona Temporalmente Autónoma. Se lo asocia con las tendencias anarquistas de la anarquía postizquierda y el anarcoindividualismo, aunque también reconoce simpatía hacia la IWW (Industrial Workers of the World). Algunos escritores lo consideran el padre ideológico de los hackers. Además de diversos ensayos sobre las tradiciones de las sociedades secretas chinas (Tong), Bey introdujo el concepto de Zona Autónoma Temporal a partir de sus estudios históricos sobre las utopías piratas. Bey también ha escrito sobre figuras como Charles Fourier o Friedrich Nietzsche y sobre las conexiones entre el sufismo y la antigua cultura celta. Al igual que estos autores y teorías, tendríamos que considerar la influencia importante del situacionismo, el cual de algún modo se ha reactualizado con sus escritos.

 

[1]  Se refiere a la conocida acción de Abbie Hoffman y sus amigos en la Bolsa de Nueva York, donde sembraron el desorden dejando caer dinero desde lo alto.

[2] Miembro de las bandas organizadas de obreros ingleses que se sublevaron para sabotear la maquinaria de la industria textil que los estaba desplazando. Los luditas operaban enmascarados por la noche. Su líder, real o imaginario, era Ned Ludd, también conocido como King Ludd.