Al ser provocado con el reto que engloba el término “Hito”, se me obliga a realizar un ejercicio introspectivo para identificar qué momentos han sido tan significativos que hayan marcado mi vida. La mayoría de los que encuentro tienen que ver con actividades culturales….

Recuerdo perfectamente mi participación en un concurso infantil de pintura en el que fui felicitado por el entonces alcalde Harold Gabriel; ¡Se siente muy bien! -pensé- al encontrar que alguien más pudiera tener una satisfacción en la pintura al óleo que me había ayudado a identificar una pasión de vida.

Como ese momento, museos y exposiciones han definido mi existencia al acercarme a entornos que se intersectan con mis intereses, que me llevan a fantasear sobre la belleza, la utopía y otros ideales…. Algunas de estas experiencias me han abierto puertas para reflexionar sobre circunstancias que de otra manera no me hubiera yo planteado. 

Este preludio sirve para señalar sobre la relevancia de las instituciones que se dedican a la difusión del valor que el patrimonio cultural tiene en las personas que comparten un gentilicio, como una vía para la coagulación de la identidad de la comunidad. Una acotación muy específica señala no una, sino varias identidades.

La expectativa que tengo sobre las instituciones tiene que ver con la identificación de los bienes de cultura, con la documentación de su circunstancia, con la puntualización del valor y con la interpretación del mismo, de forma que puedan ser un medio para que el ciudadano de a pie pueda apropiarse de los mismos.

Me queda claro que esta es la vía para que las nuevas generaciones puedan conocer la circunstancia actual del patrimonio, y el peso que históricamente se les ha conferido. Es imperativo trabajar para que los jóvenes conozcan y aprendan a amar a nuestra ciudad, al municipio y a la región.

No todos los esfuerzos que se realizan dan con el clavo, y para ello me deberé referir a las reflexiones sobre la llegada y el desarrollo de negros y mulatos en esta zona. Por un lado, casi al final del año, el Archivo Histórico Municipal de León presentó una publicación que muestra los resultados de una exhaustiva investigación que documenta los hechos de su llegada e incorporación económica y social a la luz de las fuentes primarias. “Negros y Mulatos en la Villa de León” es el título del libro escrito por el arquitecto Rodolfo Herrera que aborda varios aspectos de este fenómeno migratorio. 

En otra vía está el esfuerzo presentado en el Museo de Identidades Leonesas, con la exposición de “En busca de la Huella Negra. Presencia africana en el Bajío”, que con base en fotografías de la artista Vanessa Quintero buscan un objetivo que debiera traslaparse (al menos en una parte) con el libro del AHML. Lamentablemente no es así, dada la laxitud con la que se plantea el contexto de la exposición. Desde la entrada se invita a pasar con la fotografía de una mujer negra con la cara marcada con un herraje, misma que se presenta al interior en su versión original, donde no hay tal marca. Como este caso, el contexto que acompaña la exposición presenta datos e imágenes que no tienen que ver con la circunstancia que prevaleció en el Bajío en tal población. La actividad museográfica malinforma al espectador.

Menciono lo anterior porque de un tiempo a la fecha me ha quedado claro la necesidad de contar con un aparato crítico que ayude a realizar señalamientos que ayuden a identificar los aciertos y desaciertos en las estrategias y acciones de promoción cultural; que opinen sobre la eficacia en la satisfacción de necesidades y que hagan evidente el avance que se cuenta en la formación de públicos que entiendan y se involucren con la actividad cultural.

Es lo Cotidiano abona en esta labor: en sus líneas se cuenta con una vía para provocar la reflexión, la discusión y la acción; el equipo de quienes se dedican a redactar sus aportes cuenta con un respaldo que les permite identificar una vía para la utopía. Estos 500 números de su suplemento semanal Tachas nos han llevado por un camino que esperamos cada día sea más plano e iluminado. ¡Muchas felicidades! 

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