POESÍA
Tachas 502 • Dos mimos al teléfono • Ramiro Lomelí
Ramiro Lomelí
XII
La sangre verde de los pájaros
o
una montaña de paracetamol
y
el sermón no verbal del Mono Dios
o
Bing Bang por las ferias,
llevar en brazos un pez en agua
por el desierto;
entonces, las palabras, sirenas desesperantes,
cantarán sus canciones en vano;
huelen a muerte, las palabras, a responso,
o
los gatos asoman por nuestros ojos
a esta vida pendeja
y
un niño que mate al gobernante
con elefantes de caramelo
venenoso,
sin programa,
sin filosofía.
XV
Al atardecer miro en cuclillas
a los pájaros que saltan por el suelo,
científico hombre de las cavernas;
tienen sangre de neón,
los pájaros,
pero no es razón para iniciar
una reforma eléctrica;
los leones se creen flores
después de tragar vivo a un cervatillo;
no quiero saber cómo dividir
a los payasos matemáticos;
por lo que a mí respecta
debiera otorgarse
honores de Estado
a
los pianos.
XLI
Fui el niño
que mordió la teta a la Virgen,
y fui gato,
conejo sabio,
caballo en el río;
fui el viejo rosa que salía a asolearse
con ojos de hielo,
fui la implosión risueña
de los enanos,
fui el oso que tragó
a San Francisco de Asís;
les vendía mi nombre
a los reporteros de nota roja.
***
Ramiro Lomelí. (Barra de Navidad, Jalisco. 1965.) Poemas incluidos en el libro en proceso Dos mimos al teléfono, de editorial Espina Dorsal.
[Ir a la portada de Tachas 502]