No quiero ser la que espera vestirse de blanco
para compartirse entera, la que aguarda ser la
madre de tus hijos ni la buena mujer
para una suegra. No quiero ser quien se encierre
entre palabras, la que se hace mar y se va derramando
en rincones; ni la niña que se sabe agachar
o la que calladita se ve más bonita. No quiero ser
la que hace de cuatro paredes su espacio; la que pende
y depende. Y me niego a ser víbora, araña o coneja;
tampoco quiero ser perra, ni la que carga el adjetivo puta
por tener más de un orgasmo. No quiero ser la morada
de nadie ni inspirar poemas que hablen de flores.
No quiero ser tu pequeña tu niña tu muñeca
ni la que debe cargar la cruz que le tocó.

Nancy Cedillo (1991) Cursa la licenciatura en Humanidades en la Universidad de Guadalajara. Ha participado en las revistas Los Idus de Marzo y Acrónimos. En esta última forma parte del Consejo Editorial.