domingo. 08.06.2025
El Tiempo
Es lo Cotidiano

ENSAYO

Tachas 601 • Hacer Marx accesible... a través de la geografía • Núria Benach

Núria Benach

]ustice, Nature and the Geography of Difference
Justice, Nature and the Geography of Difference
Tachas 601 • Hacer Marx accesible... a través de la geografía • Núria Benach

En el último capítulo de]ustice, Nature and the Geography of Difference ya se intuye lo que acabaría siendo Spaces of Hope, su siguiente libro, publicado en 2000. Para muchos es su obra más «extraña» tanto por su contenido (el juego entre la microescala del cuerpo y la macroescala de la economía política global) como por su tono (un alegato a luchar por hacer posible la utopía, como único recurso para edificar un mundo con mejores condiciones de vida y de trabajo). El planteamiento de este libro es, ciertamente, complejo y singular, lo que genera advertencias por parte de su editor acerca de potenciales reseñas negativas que no consiguen amedrentar al autor, imbuido de aquel espíritu de libertad surgido tras la operación a corazón abierto. Efectivamente, en su momento el libro tiene una aceptación muy desigual: mientras que en el ámbito hispanoamericano se acoge con gran interés (Zusman, 2003; Constenla, 2004),[1] la recepción es menos entusiasta en el mundo anglosajón.[2]

En cualquier caso, la obra viene a ser un intento de presentar el papel de la imaginación utópica y su función en la estructuración de las actividades políticas. La intención de Harvey es denunciar las propuestas utópicas clásicas por demasiado estáticas a la vez que proponer la idea de un utopismo dialéctico y, pues, no estático, partiendo de una afirmación de Alfred North Whitehead, ya utilizada en ]ustice, Nature and the Geography of Difference , cuando habla de que toda naturaleza -también la humana- trata de la exploración de lo novedoso. Es significativo el eco que estas propuestas tienen en ámbitos y disciplinas alejados de la geografía, lo que en buena parte demuestra que Harvey ya se ha convertido en un referente para todas las ciencias sociales y las humanidades: así, por ejemplo, determinadas corrientes teológicas reciben con interés la noción de utopismo dialéctico, ante la posibilidad de entroncar con una concepción dinámica y creativa del paraíso cristiano, entendido como un imaginario capaz de crear, a su . . . vez, nuevos 1magmanos. 

Con todo, es a partir de The New Imperialism (2003b) cuando se hace más patente el cambio de etapa que no solo se traduce en aquella citada mayor productividad -prácticamente un libro por año y numerosos artículos y capítulos además de conferencias, cursos y lecciones por todo el mundo- sino en el nuevo tono adquirido: mayor frescura en la exposición de las ideas y audiencias cada vez más amplias (Carreras, 2004). Sin abandonar nunca la erudición y profundidad, sus libros conectan muy bien tanto con audiencias cultas y académicas como con los grupos activistas y los ciudadanos «de a pie» porque buscan ofrecer pautas de comprensión e interpretación tanto de la realidad más inmediata de la gente como del contexto del propio Harvey. De hecho, él mismo califica sus escritos como una especie de «autobiografía de su entorno político», un relato crítico pero fiel «de lo que (me) está pasando», de la inmediatez. 

Así, en The New Imperialism Harvey disecciona el «momento presente» pero no se resigna a un simple retrato incisivo acerca de la relación entre el militarismo estadounidense exterior -las guerras en lrak, entre otras acciones- y su política interior, el rol de la economía en las nuevas aventuras imperiales tras la caída del «bloque comunista», o el papel jugado por los neoconservadores. Para exponer y explicar las razones de este «momento», Harvey elabora el concepto de la «acumulación por desposesión» que no solo se convierte en su mayor «éxito» reciente sino en una de las ideas más divulgadas y utilizadas en las ciencias sociales de los últimos veinte años. Según Harvey, si la acumulación originaria propició el establecimiento del sistema capitalista tras desbancar al feudalismo, la acumulación por desposesión tiene por objetivo perpetuar la estructura y las relaciones establecidaspor dicho sistema: para hacerlo posible, desde la década de 1 970 el neoliberalismo introduce una serie de cambios en el sistema que se concretan en procesos de privatización, de financiarización, de gestión de las crisis, y de redistribución interna de las rentas. Las repercusiones más amplias, directas y negativas afectan a los sectores sociales ya habitualmente menos favorecidos, dado que son los que reciben el mayor impacto ante la privatización de lo público y de lo comunal: el sistema capitalista se desarrolla ahora no tanto por los beneficios que obtiene de los procesos productivos y reproductivos sino, directa y descaradamente, por la apropiación (desposesión) de lo colectivo, de lo común. 

Además de contar con un indudable renombre en el mundo universitario, el concepto de acumulación por desposesión resulta amplia y cómodamente utilizado por personas fuera del ámbito académico por razones muy prácticas: permite entender cosas reales y explicar problemas cotidianos como las crisis, las guerras, la desigualdad, las compañías de crédito, los engaños y la violencia de las empresas, la apropiación de fondos de inversión ... ¡y todo ello sin abandonar el análisis marxista! Efectivamente, este libro -como todos los que vendrán a partir de ahora- o la misma idea de acumulación por desposesión responden plenamente a la (nueva) estrategia de Harvey de dotar a los ciudadanos de pautas de comprensión, interpretación y de lucha y transformación de su realidad más cercana: no se trata solo -por ejemplo- de contabilizar las ejecuciones hipotecarias y de lamentar la privatización de la educación y la sanidad, sino de darse cuenta que todo ello es una simple y llana transferencia de riqueza de una parte de la sociedad a otra -de una clase social a otra- y que ello ya nada tiene que ver con la acumulación tradicional -la apropiación de plusvalías durante el proceso productivo- sino con una acumulación derivada de un expolio y una usurpación en toda la regla.  

Entender esta nueva forma de explotación (por desposesión) que introduce el capitalismo a través del neoliberalismo también implica un fuerte empoderamiento por parte de la ciudadanía: no se trata solo de decir que «he perdido dinero» o que ha disminuido «el valor de mi casa y de mi trabajo», sino de entender que existe esta pérdida de dinero y de valor porque alguien se lo ha apropiado con estrategias muy poco éticas. Introducir esta conceptualización también supone un reto filosófico para Harvey ya que, ciertamente, la idea de la acumulación por desposesión es mucho más amplia que la definición de Marx de acumulación primitiva, pero para Harvey la contiene y es más fácilmente comprensible y utilizable por parte de la gente. Es en este sentido que la difusión de este concepto y de los libros de esta etapa se corresponden plenamente con los objetivos de su «proyecto Marx»: El Capital y el resto de textos marxistas no son (solo) un cúmulo de complicado e incomprensible material hegeliano sino la base de un aparato conceptual hoy perfectamente útil y utilizable, si uno es capaz de actualizarlo convenientemente. Al igual que muchas personas no son conscientes de que provienen de un geógrafo y están planteadas desde la geografía,[3] a menudo tampoco son conscientes que, utilizando dichos conceptos están llevando a cabo un análisis de tipo marxista. Quizá ahí, de nuevo, otro mérito de Harvey: conseguir introducir una mirada marxista ... allí donde no se la esperaba (Lladó, 2010). 

Resulta fascinante la rapidez con la que se han comprendido, difundido y popularizado estos conceptos pero Harvey prevé una todavía mayor extensión dado que abre las puertas -en parte como respuesta a las críticas llegadas desde el feminismo; (Folch-Serra, 1 994)- a que la idea de la acumulación por desposesión sea aplicada a múltiples grupos y ámbitos: aunque afecta de manera generalizada al «99% » de la población, es cierto que la desposesión tiene además una dimensión étnica, racial, de género, que hace que determinados colectivos sean especialmente vulnerables. 

Tras publicar The New lmperialism, ciertas alarmas se encienden cuando Harvey constata que muchos de sus jóvenes estudiantes o bien no comprenden de dónde surge la realidad actual o, mucho peor, la dan por sentada, lógica y «natural». Se plantea, pues, escribir A Brief History of Neoliberalism (2005) para entender, relacionar y contextualizar aquellas lógicas que han dado lugar a nuestro presente, lo que a su vez le permite introducir y generalizar el concepto de «neoliberalismo» en el contexto norteamericano. En Estados U nidos, a diferencia de Europa, pocas personas se sienten familiarizadas con dicho concepto dado que es más habitual hablar de «acumulación flexible», como el mismo Harvey había venido utilizando hasta la década de 1990. Al hacer una «historia» del neoliberalismo, Harvey plantea una especie de retrospectiva espacial y temporal, que incluye una revisión sobre la manera en que él mismo ha estado viendo y viviendo la evolución del mundo desde mediados de la década de 1960. Este libro, convertido en un gran éxito editorial, busca ser, pues, una explicación de los acontecimientos que han venido sucediendo desde la década de 1970 y una reflexión acerca de las fuerzas políticas y económicas que han intervenido en su devenir: el golpe de 1973 en Chile, la crisis fiscal de Nueva York, las políticas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, la deriva política y económica china, la deuda mexicana, la ascensión de los «monetaristas» -en detrimento de los «keynesianos»- en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, etc. A menudo solo en perspectiva histórica, de longue durée, es posible comprender muchos aspectos de la realidad reciente y, pues, de la propia experiencia vital del autor. 

Además de alguna antología seleccionada y revisada de sus textos,[4] el resto de libros publicados hasta la fecha responden plenamente a aquel principio de intentar dar pautas de interpretación y comprensión de nuestra realidad más inmediata, desde un marxismo llano y no dogmático.[5] En este sentido, utilizando algunas de las nociones fundamentales de la geografía (como espacio, lugar, territorio) en Cosmopolitanism and the Geographies of Freedom(2009) Harvey hace un alegato sobre el papel crítico que puede y debe desarrollar la geografía en el desarrollo de una teoría social y de una acción política verdaderamente emancipadoras. Lejos de la tradicional cerrazón de la ciencia geográfica y de los discursos manipuladores del neoliberalismo, Harvey recuerda que la geografía es capaz (puede serlo, debe serlo) de promover un cosmopolitismo que promueva la solidaridad y el universalismo propios de los «nobles ideales de la libertad». 

The Enigma of Capital and the Crises of Capitalism (2001 Ob) es una diáfana explicación de los orígenes y las razones de la crisis iniciada en 2008 que incluye, como es habitual en el autor, pistas sobre «¿Qué hacer?» (capítulo 8) para superar sus efectos. En Rebel Cities: From the Right to the City to the Urban Revolution (2012) Harvey retoma su interés por la ciudad y lo urbano y, en el marco inmediato de las revueltas vinculadas a OccupyWallStreet y al 15M, propugna que las ciudades vuelvan a asumir el rol -que, por otra parte, siempre han tenido- de liderazgo en las transformaciones revolucionarias: como es habitual en él, junto al análisis que le permite denunciar quien ostenta hoy el control de las decisiones sobre la ciudad, Harvey propone pautas de resistencia anticapitalista que permitan la reorganización interna y la consecución de ciudades socialmente más justas y ecológicamente más coherentes. Seventeen Contradictions and the End of Capitalism (2014) es uno de los textos más celebrados por los sectores activistas. En él Harvey recuerda que a los movimientos sociales y a las fuerzas políticas que luchan por construir un mundo alternativo les urge disponer de un diagnóstico claro y preciso acerca de la situación presente a la vez que fundamentarse en un marco teórico potente: Harvey ofrece una «caja de herramientas» marxista que resulte accesible y comprensible y, así, potencialmente implementable. 




 

***
Núria Benach.  Profesora de Geografía humana en la Universidad de Barcelona. Interesada por las nuevas tendencias del pensamiento geográfico, los discursos sobre las transformaciones urbanas y la construcción socioespacial de la diversidad, ha investigado sobre las representaciones urbanas en periodos de intensa transformación, como los cambios en la imagen de Barcelona durante los Juegos Olímpicos, los cambios derivados de la llegada de olas migratorias o el impacto del turismo urbano masivo. Entre sus últimas publicaciones destacan Richard Peet: Geografía contra el neoliberalismo (Icària, 2012), “Les transformations du centre historique de Barcelona: des espaces-réserve versus des espaces de résistance?”, en Marges urbaines et néoliberalisme en Mediterranée (Presses de l'Université François Rabelais, 2014), y Imatges, símbols i mites de la Barcelona del 92 (Geocrítica, 2015).


 

[Ir a la portada de Tachas 601]
 

 

[1]    La primera charla sobre Edilia, la propuesta de ciudad ideal, la da Harvey en Barcelona, precisamente durante un seminario sobre utopías. También en Brasil y otros lugares de América Latina este libro ha inducido acciones originales como la cartografía de la propuesta utópica que se plantea en él o diferentes apuestas para implementar las utopías personales.

[2]    Aunque con reacciones igualmente sugerentes como la lectura dramatizada de parte del libro llevada a cabo en la New School.

[3]    Aunque muy a menudo a Harvey lo etiquetan como sociólogo, economista, historiador o antropólogo, ya sea por desconocimiento o por el hecho de figurar adscrito a la Cátedra de Antropología Cultural de la City University of New York (CUNY). 

[4]    Como es el caso de Spaces of Capital: 7owards a Critica/ Geography (2001) y 7he Ways of the World (2016) 

[5]    En Marx and Capital and the Madness of Economic Reason (2017) Harvey hace un repaso a la estructura del sistema capitalista a partir de los tres volúmenes de El Capital de Marx: sus reflexiones, contextualizadas en la sociedad de fines del siglo XIX, no le impiden reconocer que los cambios económicos, industriales y tecnológicos observados en los últimos 150 años implican necesariamente que el análisis y la aplicación de las ideas de Marx deben ser revisados y actualizados