TORNEOS INTERNACIONALES 2021 (XXXIII)

Cerca de terminar la serie de entregas sobre los torneos veraniegos. Continuamos con el que todavía se disputa, ya llegando a sus instancias finales, mientras los Juegos Olímpicos avanzan en horarios complicados para esta parte del planeta y con la ausencia de público, signo de los tiempos que corren.

COPA ORO (IX): LAS SEMIFINALES

Los dos encuentros correspondientes a las semifinales incluyeron a los tres países del T-MEC y al revelador invitado todavía presente en la fiesta ya entrada la noche. Las batallas fueron intensas y equilibradas, resueltas en la parte final del tiempo regular que parecía extenderse más allá. No hubo un fútbol vistoso pero sí entregado, salvo algunos gestos técnicos y tácticos que aparecieron entre las luchas intestinas.

POR LA MÍNIMA, OTRA VEZ

La selección de Qatar, invitada convertida en agradecible animadora del torneo, se presentó en Austin con la confianza ganada en sus anteriores compromisos y dieron un primer aviso al 7’ con disparo cercano tras recuperar una pelota en medio campo; Estados Unidos respondió con tiro rebotado por el guardameta. La tendencia del peligro favorecía a los cataríes: llegó una clara opción pasados los veinte minutos que no alcanzó la red por la desviada con las yemas de los dedos del cancerbero, que ya había sacado otra pelota desviada momentos antes. Los norteamericanos empezaron a tratar de contrarrestar teniendo más la pelota pero no lograban avanzar con fluidez, dada la dificultad de conexión entre sus líneas, mientras que los de blanco mantenían la sensación de que en cualquier momento podrían anotar: no sucedió y el tiempo se diluyó sin movimiento al interior de las puertas.

La segunda parte empezó con lucha y tanteo de ambos lados, hasta que los de casa tuvieron un mano a mano que resolvió el portero, tras buen pase filtrado; inmediatamente después, una falta que tuvo que ser revisada terminó en penal, fallado por el capitán del cuadro árabe. Con algunos cambios y la motivación del yerro del rival, los de las barras y las estrellas empezaron a presionar con mayor frecuencia, dominando la media hora restante del complemento y logrando, cerca del término, la anotación definitiva en buena combinación culminada por Zardes. La diferencia terminó siendo que cuando tuvieron el momento de claridad, los estadounidenses metieron gol, en contraste con Qatar, con más llegadas pero nunca capaces de convertir. Como sea, los próximos anfitriones mundialistas acabaron siendo protagonistas de una celebración a la que llegaron como personajes secundarios, como esas actuaciones inesperadas que se roban la película.

MÉXICO

Canadá se presentó en el estadio de los Texanos de la NFL para enfrentar a México por el pase a la final, ambos con ausencias importantes. Con un extraño juego de cámaras que cambiaba de perspectiva como si los equipos atacaran en la misma puerta, el partido inició con intensidad, llegando a los empujones de manera prematura y regresando más adelante: las espadas estaban desenvainadas. Talavera se tuvo que emplear a fondo pasados los diez minutos y Funes Mori se presentó poco después con buen control y disparo al final tapado por un rival. Los canadienses apostaban al juego físico y al contragolpe, manteniendo cinco hombres en el fondo, y sin previos aviso presionando arriba para provocar fallas en la defensa mexicana. Entre dimes y diretes y un juego lodoso, se presentó un penal corroborado por el árbitro en segunda instancia para que Pineda mandara al frente a los suyos con todo y homenaje a Dos Santos por la muerte de Zizinho, su padre.

Se lanzaron los de rojo para buscar el empate al inicio de la segunda parte, otra vez exigiendo al portero del Tri, que ya no pudo detener el disparo raso de Buchanan al 57’ tras conducir la pelota desde la media cancha, rompiendo el fuera de lugar. Era el tiempo canadiense y lo sabían, presionando y generando llegada, hasta que llegó la marcación de un penal dudoso que Salcedo ejecutó con telégrafo para que Crépeau lo detuviera. El juego volvió a un episodio oscuro que vio cierta luz otra vez desde el norte, con una pelota que tuvo que salvar el arquero mexicano, para regresar al desarrollo trabado y al aumento de tensión, entrando al terreno del gol gana, que estuvo cerca de caer en un par de remates de cabeza del cuadro al sur del Bravo. Hasta el aviso por el grito homofóbico se hizo presente, como para coronar un partido ríspido que terminó con el gol de la diferencia conseguido por Herrera con disparo de zurda en la compensación, eliminando a unos bravíos canadienses que pueden dar de qué hablar en el futuro próximo