Jaime Panqueva
06:46
04/07/20

Veintisiete más

“Para los diputados locales eso fue suficiente. Qué vergonzosa fue su intervención…”
Veintisiete más

Lo dijo el Fiscal este viernes, ya no son 26 sino 27 los muertos en el ataque al Anexo en Irapuato. Así lo dijo; los nombres no importan, pero hay abierta una carpeta de investigación y dice que llegará a los culpables. Para los diputados locales eso fue suficiente. Qué vergonzosa fue su intervención para el análisis del Primer Informe de actividades de la Fiscalía General del Estado. ¿No se prepararon o el Fiscal les impone demasiado? Desde la primera pregunta del Lic. Víctor Zanella, quien ni siquiera hizo uso de la réplica, hasta las de diputados de oposición, que salieron corregidos o anestesiados por un discurso genérico, sólo se ofrecen cifras que nadie rebate, que niegan la realidad palpable del estado y que sólo sirven para dar por cumplida una mera formalidad. Las preguntas de los diputados del PAN semejaban pases para anotar goles de palomita; las de MORENA, algunas leídas sin énfasis o mal redactadas, eran demasiado generales y fueron capeadas por el funcionario sin siquiera inmutarse.

¿No me cree? Le diría que entrara a la página del Congreso del Estado para constatarlo personalmente, pero para eso está Youtube.

Le recomiendo antes beber café y abstenerse de manejar maquinaria pesada mientras lo escucha, porque la audiencia es tan larga (6 horas) como soporífera. El tono casi impasible del Fiscal se acompaña de un lenguaje aséptico cargado de “más sinembargos”, “en base as” y “aperturaciones de carpetas”. Pero el registro queda para la posteridad, para que los implicados rindan cuentas de su connivencia por lo menos ante sus nietos.

Nadie preguntó por qué la gente arrestada por entorpecer el operativo en Celaya no fue acusada por terrorismo, algo tipificado por la legislación estatal, cuando el mismo Fiscal comentó al inicio que la turba buscó infundir terror en las fuerzas de seguridad. Nadie contrastó las cifras o exigió que colaborara con las entidades federales en aspectos tan básicos como compartir estadísticas o investigaciones. ¿Tenían miedo de quedar mal con el único hombre fuerte del estado? Eso parece.

Mientras tanto, seguimos en lo mismo: ni siquiera se dispone de una lista de nombres de las víctimas del anexo, todas ya bajo la sospecha de pertenecer al cártel que se disputa la zona con los de Santa Rosa de Lima. Parece que se pierde la calidad de ser humano, o de ser humano derecho, diría nuestro alcalde, con sólo el rumor de pertenecer a una banda delictiva.

Irapuato no sale del horror de ver cómo la tolerancia al crimen organizado se sigue pagando con este tipo de acciones. Decir que sólo es entre ellos, es negar la responsabilidad del Estado en todos sus niveles, y sólo ha abonado a que estos hechos sigan ocurriendo en abierto desafío a la sociedad y el Estado de derecho. Muchos nos preguntamos, cuando se ha dejado crecer el monstruo a estos tamaños, ¿cómo será posible someterlo?

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