domingo. 08.06.2025
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Tachas 626 • Matadero 5, de Kurt Vonnegut • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

Matadero 5, de Kurt Vonnegut
Matadero 5, de Kurt Vonnegut
Tachas 626 • Matadero 5, de Kurt Vonnegut • Jaime Panqueva

Entre el 13 y 14 de febrero de 1945, casi un millar de aviones de la RAF y más de trescientos B-17 de la fuerza aérea norteamericana bombardearon la ciudad de Dresde, en Alemania. Se calcula que durante esta acción de guerra se vertieron desde el cielo unas 3.900 toneladas de bombas explosivas e incendiarias que arrasaron más de tres cuartas partes del centro histórico de la ciudad. Edificios emblemáticos como los palacios real y barroco, la ópera Semper, la catedral católica de la corte o la iglesia de la santa cruz que en su mayoría pertenecían al periodo rococó, quedaron gravemente dañados o incendiados. La iglesia de Nuestra Señora se dejó en ruinas por casi cincuenta años hasta que, tras la reunificación alemana, se reconstruyó piedra por piedra para ser inaugurada en el 2005.

Durante décadas circuló un dato escalofriante: 135.000 muertos civiles, pues la ciudad no constituía un objetivo militar más allá de debilitar la moral de la población. Posteriores investigaciones determinaron una cifra mucho menor, aunque no menos monstruosa, entre 25 y 35 mil muertos. Parece poco comparado con las más de la 100.000 víctimas de la operación Meetinghouse en Tokio o la devastación completa de Hiroshima y Nagasaki. 

La barbarie de Dresde tuvo un testigo excepcional por parte del bando norteamericano: Kurt Vonnegut, un aprendiz de periodismo enrolado en las tropas norteamericanas, que pocos meses antes había sido capturado por los alemanes en las Ardenas. 

Durante décadas, Vonnegut buscó la forma de narrar la barbarie en una novela. Es conocido que el autor coincidió en 1965 con José Donoso como profesores en el Iowa Writers' Workshop de la Universidad de Iowa. Vonnegut estaba desarrollando Matadero Cinco, mientras que Donoso trabajaba en El obsceno pájaro de la noche. La camaradería entre ambos escritores de distintas lenguas y estilos divergentes, quedó plasmada en notas de estímulo que envió Vonnegut a Donoso, publicadas póstumamente por Suzanne McConnell en 2019. No sabemos si ambos escritores algunas vez leyeron la traducción de la obra capital de su colega, pero éstas se publicaron apenas con un año diferencia: Matadero 5 en 1969 y al año siguiente la del chileno. 

Matadero 5 es una obra excepcional que con su aparente sencillez y ligereza realiza una crítica ácida y demoledora de la guerra, la sociedad y el absurdo humano. Desde el refugio subterráneo, donde Vonnegut sobrevive al bombardeo, su héroe y alter ego, Billy Pilgrim narra con su estilo irónico, sobrio y directo los efectos, además de proyectarse sobre el tiempo y espacio terrenales. Me despido con un breve fragmento:

“De vez en cuando un guarda subía hasta el principio de las escaleras para observar lo que sucedía en el exterior. Después volvía a bajar y murmuraba algo a los demás guardas. Fuera caía una tormenta de fuego. Dresde se había convertido en una gran llama, una llama única que consumía todo lo combustible. No pudieron salir del refugio hasta media mañana del día siguiente. Cuando los americanos y sus guardas aparecieron, el cielo estaba negro de humo. El sol era un pequeño punto malhumorado. Dresde parecía un paraje lunar. No quedaba nada, excepto lo mineral. Las piedras estaban calientes. Todos habían muerto. Así fue.”

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