Pareciera un libreto de ópera, o mejor, de una tragedia griega: el hijo del mártir regresa con el estandarte de la “renovación” para desterrar a los usurpadores y restablecer la grandeza del reino. ¿Es lo que nos quieren vender las encuestas al presentar como competidores por la presidencia de México en 2024 a Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, contra Claudia Sheinbaum, alcaldesa de la CDMX?

A esta última la ungió el presidente López Obrador, y desde entonces ha tenido que lidiar con el exceso de reflectores y con las “trampas” que conllevan un dedazo tan prematuro como sospechoso. Colosio, por su parte, apenas tomó posesión de su cargo el 30 de septiembre pasado. Sin mayor experiencia, mucho menos resultados, figura desde hace unos meses en la baraja de candidateables de una posible alianza opositora a la aplanadora de Morena.

Este texto publicado por Quadratin con base en información de TResearch no podría ser más proselitista: “Apenas con seis meses de ejercicio en el poder y ante el escenario del respaldado [sic] de una eventual alianza multipartidista, Luis Donaldo Colosio Riojas se metió a la carrera presidencial y ya se encuentra a 18 puntos de la jefa de gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien llegó a su cuarto año de mandato en medio de yerros, disputas internas y el tema de la Línea 12 del Metro.”

En mi tierra se comenta con guasa que a los futbolistas se les madura como a los aguacates: a punta de periódico. Pareciera que en la era de la política digital a los imberbes se les cuece a punta de encuestas…

Pero no es para desdeñar que la oposición, en medio de un vergonzosísimo yermo de candidatos medianamente viables, apostase por un junior cuya estampa evoca al personaje de pelo engominado que ocupó la silla del águila el sexenio pasado, y que está vinculado a un partido como Movimiento Ciudadano. Esto da para pensar que cualquier cosa puede pasar de aquí al 2024. Si se trata de un pase de prestidigitador para desviar la atención y prologar para un cambio de última hora de Orestes (Colosio Riojas) a Elektra (Claudia Ruiz Salinas), nos hallaríamos en los terrenos de la mejor tragedia griega. Qué Esquilo ni qué Sófocles…

Pero vamos más despacio, que no nos gane la ficción: en manos de partido naranja, tanto gubernatura como alcaldía de la capital: ¿Cómo estará Nuevo León dentro de dos años? Para entonces, ¿Ya habrá salido el Bronco de la cárcel con sus manos intactas? ¿Colosio Riojas la tendría fácil dentro de su partido de enfrentarse contra el Sami o contra Alfaro, el actual gobernador de nueva generación de Jalisco? ¿No preferirían los electores de oposición ver como candidatos para ese temible 2024 a un Osorio Chong, a un Manuel Velasco, a un Markito Cortés o a una aguerrida Xóchitl Gálvez?

¿A qué le tiran cuando sueñan?

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