El gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, estaba eufórico porque la economía del estado creció en el último trimestre 6.9%, y afirmó algo así como que Guanajuato es la entidad más prodigiosa del país, a pesar de que ese crecimiento sólo beneficia al 1% de los guanajuatenses.

Si se tratara de los capitalistas dueños de la mayor parte de las acciones de General Motors, de Toyota, de Mazda o de la Volkswagen y las otras armadoras que terminan la producción de coches y camiones en el estado, sería algo coherente.

Pero en un gobernador que representa a casi 6 millones de guanajuatenses, como que su euforia no tiene razón de ser.

¿Por qué?

Porque las armadoras de coches sólo dan empleo a 35 mil guanajuatenses, algo así como al 0.005% de la población que Márquez representa.

Porque las armadoras son las que abultan el contenido del PIB, ya que registran el valor de los coches terminados como si fueran producidos en su totalidad en Guanajuato, cuando aquí ni siquiera se produce el 10% del valor de las autopartes.

También afirma el gobernador que con los empleos derivados por los trabajadores de las armadoras, el estado llegara al pleno empleo en el futuro.

Pero la realidad dicta otras expectativas.

El promedio de salarios de las armadoras instaladas en Guanajuato es el más bajo del mundo para ese tipo de trabajos, y es de alrededor de 3,500 pesos al mes, equivalentes a algo así como 207 dólares.

Dividiendo esos 3,500 entre 30 –el número de días que tiene un mes-, se obtiene que el trabajador gana 116 pesos cada día.

Con esta lana la familia del obrero automotriz podrá comer, vestir, y a lo mejor le alcanza para ir al cine y llevar a la familia a visitar a sus familiares fallecidos en este día de muertos.

Pero… ¿cuántos empleos derivados se generan con 116 pesos al día?

Ni siquiera se podrán generar 3 empleos derivados en forma cabal por cada empleado automotriz, debido a las siguientes razones.

La escuela de los hijos del auto empleado (por ser de empresa automotriz) es generalmente pública, el trabajo de los profesores ya había sido creado, y la paga el gobierno.

Si el obrero llega a cotizar Infonavit, los empleos de albañiles, arquitectos y vendedores de materiales para construcción serán generados por un conglomerado de obreros que en conjunto cotizan su vivienda, pero que no generan empleos suficientes como para que Guanajuato progrese.

Tampoco por el lado del pago de impuestos del obrero se puede obtener mucha lana, como para generar más puestos burocráticos que atiendan las solicitudes de servicios públicos.

Si seguimos así, el gobierno podrá decir que las armadoras nos salvarán de todos los males y todos viviremos felices, como en los cuentos de hadas, pero la realidad es diferente.

¿Por qué no cambia la política económica del estado?

Porque dar preferencia a la inversión extranjera sobre la inversión nacional, es parte de los objetivos de la política económica de México, derivada de los compromisos contenidos en el Consenso de Washington.

Porque en la economía de Guanajuato se da una imagen marketeable (de marketing) para empresas de clase mundial, aunque los beneficios a la población en su conjunto se puedan observar a muy largo plazo. Por ejemplo, aunque la General Motors de Silao tiene más de 20 años instalada en este lugar, la infraestructura, los hospitales, las escuelas y las casas habitación de la mayor parte de los habitantes de esta ciudad, son de pueblo del quinto mundo.

¿Por qué existen grandes beneficios por gastos de promoción a las armadoras, por parte del gobierno? Por ejemplo, tan sólo una consultora de Chicago recibió 44 millones de pesos del gobierno de Guanajuato, por promover la instalación de empresas del sector automotriz, durante el sexenio de Oliva.

¿Por qué promover una industria en etapa de madurez y estandarización?

No está de más decir que las empresas automotrices no generan productos con tecnología innovadora en este 2015.

Las innovaciones más fuertes se dieron hace más de 100 años, cuando Henry Ford comenzó la producción en línea, y actualmente está en su etapa de estandarización.

Si Guanajuato ha tenido ventajas en la industria óptica, en genética, en biotecnología, ¿por qué aferrarse al armado de coches?

¿Por qué se promovieron este tipo de industrias?

Es probable que por comodidad.

Es probable que por ignorancia.

¿Por qué Querétaro sí ha sabido promover industrias de alto valor agregado y en etapa de innovación?

Porque allá si tienen promotores preparados, que no venden sólo mano de obra barata y ausencia de sindicatos.

En lugar de promover industrias en etapa de innovación y crecimiento, Guanajuato promueve las industrias que no quieren en las naciones matrices de las empresas que vinieron, debido a la legislación laboral y ecológica de Japón, Alemania, Estados Unidos y Corea del Sur.

Los grandes promotores de la IED convirtieron a Guanajuato en una economía que tiende a ser mono productora, sin posibilidad de formar un auténtico clúster, porque la falta de agua no permite realizar la mayor parte del proceso en Guanajuato, ya que la producción de cada coche necesita 280 litros de agua.

Además, los grandes costos ecológicos, urbanos, sociales y culturales no podrán ser pagados, porque la derrama de estas empresas se traduce en salarios muy bajos, y los gobiernos de Márquez y Oliva nunca han tenido idea de lo que significan los programas de absorción y mejora tecnológica.

Seguiremos analizando este apasionante tema, aunque sólo seamos unos pocos quienes buscamos contrarrestar el toque de fanfarrias a los promotores gubernamentales.

En siguientes artículos se abordará el tema del subsidio que el gobierno del estado dio para que siguiera operando el sector automotriz, derivado de la crisis del 2008.