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GUÍA DE LECTURA 422

‘La noche en que Frankenstein leyó el Quijote’, de Santiago Posteguillo • Jaime Panqueva

Jaime Panqueva

‘La noche en que Frankenstein leyó el Quijote’, de Santiago Posteguillo
‘La noche en que Frankenstein leyó el Quijote’, de Santiago Posteguillo
‘La noche en que Frankenstein leyó el Quijote’, de Santiago Posteguillo • Jaime Panqueva

A mi tía Yoyi, por regalarme libros.

Santiago Posteguillo es conocido por sus novelas históricas ambientadas en la época romana, donde destacan dos trilogías: la de Escipión el Africano y la de Trajano. De su pluma me llegó este simpático libro que compila pequeños textos alrededor de la historia de la literatura occidental, momentos brillantes y oscuros. Posteguillo hace gala de sus dotes de narrador al imprimir voces y movimiento a escenas poco conocidas de grandes piezas como El lazarillo de Tormes, Frankenstein, El jugador, Sherlock Holmes o los manuscritos póstumos de Kafka. Por lo general, recurre a una fórmula atractiva; enmascara la identidad del autor o de la novela en cuestión dentro de una narración de un hecho cotidiano que puede parecer lo más cotidiano, para luego levantar el velo y mostrarlo como un momento clave en la historia de las letras.

Desde el mundo heleno de los diádocos hasta Harry Potter y las novelas de mi tocayo (siempre me ha gustado considerar a los Santiagos como mis homónimos), viajamos en tiempo y espacio de la mano de un escritor amable y generoso, cuya prosa brilla por sencilla y precisa, y quizás aburra a los estilistas, pero no cabe duda que atrae al gran público. El éxito comercial de sus novelas históricas también lo atestigua.  

Profesor de lengua y literatura inglesa, catedrático universitario en España, se zambulle tan bien en las historias de su nación, como la del Nobel para Galdós y Guimerá, los orígenes de la escritora gallega Rosalía de Castro, o la escritura en prisión de Miguel de Cervantes, como también en las historias ocultas de Sir Walter Scott, la negativa editorial a la muy joven Jane Austen, la persecución del KGB a Solzhenitsyn, o la vida en las trincheras de la Primera Guerra de Raymond Chandler.

En el oceano de los libros hay siempre lugares donde diversas vertientes pueden cruzarse, como en el relato que da nombre al libro, que nos remite a Mary Shelly, quien durante la escritura de su obra maestra, asistía en las noches a las lecturas de El Quijote que realizaba en voz alta su esposo Percy. De este contacto se ha demostrado que proviene la historia de la musulmana Safie, un oculto homenaje a la historia del cautivo escrita por Cervantes.

Una lectura disfrutable y ligera para personas curiosas que piensan que los grandes libros se parieron solos o estaban muy alejados de las vicisitudes de sus autores.

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