Es lo Cotidiano

SHAKESPIRIANAS [IV]

Un cuento triste

José Luis Justes Amador

Emma Stone en 'Harry Potter 1'
Emma Stone en 'Harry Potter 1'
Un cuento triste

15.
George Steiner (cito de memoria, pero la idea es esa) comenta en algún lugar de sus imprescindibles ensayos que si alguno de los personajes de Shakespeare hubiera podido vivir o ver los acontecimientos de la Shoah, no hubiera sido uno de sus protagonistas sino un personaje secundario o terciario, de esos que apenas tienen tres o cuatro líneas y que en los “dramatis personae” aparecen como nombrados “criado 2” o “paje 3”.

15.1. Y, continúa el crítico, su intervención, mínima, sería algo así como “he visto el horror”.

15.2. “El horror, el horror” como dice Kurt, el personaje más shakespiriano de Conrad en su obra más shakespiriana, El corazón de las tinieblas.

15.3. Los grandes dramas, los más humanos, son, de por sí, inexplicables, inexpresables.

 

16.
Ni siquiera Shakespeare, aunque cerca, logró expresarlo todo, explicarlo todo.

16.1. A pesar de que uno de sus personajes, Ulises, diga “Aprende a conocer el mundo entero” en Troilo y Crésida, probablemente una de las obras más desconocidas y menos representadas del dramaturgo.

16.2. Honor que comparte, de cerca, Un cuento de invierno (o Cuento de invierno).

16.3. Una obra que había pasado casi inédita en la escena hasta que en 1753, David Garrick (el del poema tantas veces recitado en viejos concursos de declamación) la recuperó con el título de Florizel y Perdita.

 

17.
Y es en Cuento de invierno donde se encuentra uno de esos diálogos que, frente a la magnificencia de los monólogos o ciertos argumentos, pasa desapercibido.

17.1. Uno de esos de los que habla Steiner.

17.2. Un diálogo en la escena primera del segundo acto que nunca logra terminar.

17.3. Unas líneas que se desvanecen al poco tiempo con la salida de uno de los personajes para ocuparse de cosas más importantes que escuchar un cuento.

 

18.
Hermione. Come, sir, now

I am for you again: pray you, sit by us,

And tell 's a tale.

Mamillius. Merry or sad shall't be?

Hermione. As merry as you will.

Mamillius. A sad tale's best for Winter

18.1. HERMÍONE. Ven, niño,

ya estoy contigo. Anda, siéntate conmigo

y cuéntame un cuento.

MAMILIO. ¿Alegre o triste?

HERMÍONE. Todo lo alegre que quieras.

MAMILIO. En invierno es mejor un cuento triste.

18.2. HERMIONA Ven aquí, señor,

ya estoy contigo de nuevo. Siéntate a nuestro lado

y cuéntanos un cuento.

MAMILIO ¿Lo quieres alegre o triste?

HERMIONA Tan alegre como te guste a ti.

MAMILIO Para el invierno es mejor un cuento triste.

 

19.
¿Qué quieren decir esas seis líneas?

19.1. ¿Por qué alguien pediría escuchar un cuento que no va a acabar de escuchar?

19.2. ¿Por qué a pesar de que Hermione o Hermiona elige, ante la disyuntiva, uno -el contador- decide que sea triste?

19.3. ¿Para el invierno son mejores los cuentos tristes?

19.4. ¿Por qué auto referenciarse en un dialogo tan trivial?

19.5. Y mil y una preguntas que salen de estas apenas seis líneas.

 

20.
Seis líneas a las que podemos aplicar las mismas palabras que T. S. Eliot, shakespiriano sui generis, aplicaba a todo Hamlet.

20.1. “Simplemente tenemos que admitir que Shakespeare se enfrentó a un problema que resultó ser demasiado para él”.

 

(21.
Y, sí, el nombre de la Hermione de J. K. Rowling –en la imagen, Emma Watson en la primera de las películas- viene directamente de la obra shakespiriana.

21.1. “Aunque los dos personajes tienen poco en común”.

21.2. “Quería que fuera un nombre que pocas chicas tuvieran, para que no fueran objeto de burla”.

21.3. “Un par de dentistas, para demostrar lo inteligentes que eran, le dan [a su hija] un nombre raro que nadie puede pronunciar”).

 

(22.
Y no, a pesar de los cientos y cientos de adaptaciones shakespirianas a la pantalla, grande y chica, no tiene nada que ver con la HORRIBLE cinta Noche de Invierno de Akiva Goldsman –Scorsese la rechazó- con Colin Farrell, Jennifer Connelly, Russell Crowe y Will Smith como Lucifer.

22.1. Cinta que está basada no en el genial dramaturgo sino en la TAMBIÉN HORRIBLE novela homónima de Mark Helprin, responsable también del desatinadísimo “Digital Barbarism”, una serie de diatribas contra la época digital).

 

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